La batería adecuada para las distancias cortas

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    Muchos conductores utilizan el coche principalmente para hacer trayectos cortos. El problema es que la batería sufre una gran sobrecarga debido a los procesos de arranque y, además, tiene que suministrar electricidad a los consumidores eléctricos. En las distancias cortas hay muy poco tiempo para recargar completamente la batería. Este es un factor crucial, especialmente si la batería ya muestra signos de desgaste por un uso intensivo o una carga insuficiente.

     

    Las baterías de arranque antiguas manifiestan sus puntos débiles en los desplazamientos cortos.

    La antigüedad de la batería también influye. Con los años, las baterías pierden capacidad y su resistencia interna aumenta. Como resultado, la aceptación de la carga desciende. Si se realizan múltiples trayectos cortos, el balance de la carga se inclina hacia el intervalo negativo, por lo que la batería pierde más energía de la que acepta del alternador. Esta circunstancia es particularmente determinante en los meses de invierno, cuando se necesita más energía para arrancar el motor y muchos consumidores eléctricos, como las luces, el desempañador de la luna trasera, la calefacción de los asientos y los ventiladores, funcionan durante la conducción. A la larga, una batería de coche convencional no es capaz de proporcionar suficiente potencia para arrancar en frío y le falla al conductor.

     

    La clave aquí es el balance de carga.

    Incluso con un perfil de conducción que suponga muchos desplazamientos cortos, una carga equilibrada es importante para el buen estado de carga de la batería. Por ello, en caso de duda, los conductores que recorran distancias cortas predominantemente deberían elegir una batería de gran potencia en lugar de una que no sea lo suficientemente potente. Aunque una batería potente no afecta al balance de carga o el comportamiento de carga, sí ofrece al conductor grandes reservas hasta que se puede recargar la batería durante un trayecto más largo. Es conveniente que la potencia consumida para arrancar el vehículo se recargue, como mínimo, durante el viaje. En las distancias cortas esto resulta más fácil si no se utilizan los componentes de mayor consumo eléctrico. Así el alternador puede alimentar más la batería durante el breve tiempo de conducción para compensar la pérdida de carga anterior. Aunque el vehículo esté aparcado mucho tiempo, como durante unas vacaciones, algunos dispositivos de control agotan la batería y provocan su descarga progresiva.

     

    Una batería AGM da sensación de seguridad en los trayectos cortos.

    Para viajes cortos, la baja resistencia interna de las baterías AGM a lo largo de toda su vida útil es una ventaja indudable. En este tipo de batería, el ácido está retenido en una malla de fibra de vidrio, lo que evita la estratificación del ácido y los daños al material activo. La aceptación de la carga obtenida a largo plazo es fundamental para un balance de carga positivo y una larga vida útil de la batería.

    Asimismo, las baterías AGM pueden funcionar con carga parcial sin que ello afecte a su vida útil. Las grandes reservas de las baterías AGM garantizan fiabilidad y movilidad en los desplazamientos cortos.