¿Qué es el start-stop automático y cómo funciona?
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El start-stop automático: una innovación técnica que ayuda a proteger el medio ambiente
La idea que está detrás del sistema start-stop es sencilla: si se detiene el motor durante periodos breves, por ejemplo, mientras se espera en un semáforo, el consumo de combustible y las emisiones se reducen. Así, el sistema start-stop automático ayuda a ahorrar combustible y proteger el clima. Con esta tecnología es posible reducir las emisiones de CO2 un 3-8 %. Los beneficios para el medio ambiente y la mejora de la eficiencia han hecho que los sistemas start-stop automáticos se extiendan rápidamente a toda clase de vehículos. Dada la normativa más estricta aplicable a los vehículos de motor, los fabricantes de automóviles también están introduciendo de forma creciente los sistemas start-stop inteligentes en sus gamas.
Cómo funcionan los sistemas start-stop automáticos
El sistema start-stop detecta que el coche está parado y, basándose en la información de los sensores, determina otra serie de factores sobre el modo de funcionamiento del vehículo. Si el conductor se detiene en un semáforo y pone la transmisión en punto muerto, el sistema start-stop para el motor. En algunos de los últimos modelos, el motor incluso se apaga si la velocidad disminuye hasta un valor determinado. Aunque el motor y, por lo tanto, la fuente principal de alimentación de todos los sistemas, se apague, todos los consumidores y asistentes eléctricos siguen siendo alimentados. Esta alimentación es proporcionada por la batería del vehículo. Tan pronto se pisa el embrague, el sistema start-stop automático vuelve a encender el motor. En los vehículos con cambio automático o de doble embrague, el sistema start-stop automático responde únicamente al accionamiento del freno. Si se frena el vehículo hasta detenerlo y el pie del conductor permanece en el pedal del freno, el sistema start-stop automático para el motor. Cuando se levanta el pie del freno, el sistema automático vuelve a poner en marcha el motor.
Unos sensores controlan el sistema start-stop automático
Los sistemas start-stop automáticos obtienen información sobre el modo de conducción de varios sensores. Un sensor de ralentí, un sensor de velocidad de los neumáticos y un sensor del cigüeñal proporcionan información sobre si el coche se está moviendo o está parado. El controlador del motor coordina los procesos start-stop y los armoniza con el sistema de gestión del motor. El sensor electrónico de la batería transmite datos sobre el estado de carga, la tensión y la temperatura de la batería. Puesto que la tensión en la red de a bordo baja momentáneamente cada vez que se arranca el motor, es necesario compensar para asegurar el correcto funcionamiento de dispositivos y asistentes electrónicos importantes. . Para que el motor de arranque soporte las tensiones asociadas al mayor número de arranques y no se desgaste prematuramente, aquellos de sus componentes sometidos a más tensión se refuerzan y diseñan para una larga vida útil. Esto se aplica a los rodamientos, engranajes y el mecanismo de acoplamiento del motor de arranque.
Recuperación y sistemas start-stop automáticos: nuevas generaciones de baterías para tecnologías innovadoras
Mientras las baterías convencionales alcanzan su límite incluso en vehículos con sistemas start-stop automáticos, las baterías con tecnología AGM fueron especialmente diseñadas para vehículos que no solo incorporan tecnología start-stop, sino también un sistema de recuperación de energía, así como otros sistemas de ahorro de combustible. Las baterías con tecnología AGM son capaces de aceptar con gran eficiencia la energía que reciben mediante recuperación. En cambio, las baterías con tecnología EFB solo están diseñadas para vehículos con sistemas start-stop automáticos básicos.
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Recuperación: cómo se genera electricidad a partir de la energía de frenado
Durante la recuperación de la energía de frenado se genera energía eléctrica en cuanto se frena el vehículo y el motor se pone en modo de empuje. En los coches con recuperación, el alternador devuelve la energía recuperada a la batería con el fin de utilizarla para alimentar las funciones de confort durante la siguiente etapa de parada. Utilizar esta tecnología eficiente y una batería AGM potente permite conseguir mayores ahorros de combustible y reducir más las emisiones que con los sistemas start-stop simples. Para aumentar aún más la eficiencia global, en algunos vehículos el alternador, que suele funcionar continuamente (y consume energía del motor), se desacopla durante las etapas de aceleración. Por lo tanto, toda la potencia del motor está disponible para acelerar y el motor puede funcionar con gran eficiencia. En esta etapa, todas las funciones eléctricas son alimentadas por la batería, lo que demuestra una vez más la importancia de una batería potente que se adapte al sistema de gestión de la energía del vehículo para las redes de a bordo modernas.