Interpretación correcta de los resultados de comprobación de la batería

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    Comprobar baterías de arranque convencionales (SLI) es un proceso rápido. Sin embargo, han de tenerse en cuenta muchos más factores en el caso de las baterías para sistemas start-stop. Le presentamos un resumen del significado de los resultados de una batería convencional SLI y una batería start-stop.

     

    Comprobación y evaluación de baterías húmedas convencionales

    Comprobar una batería de arranque lleva muy poco tiempo. Para este tipo habitual de batería, basta con determinar la tensión del circuito abierto para obtener información suficientemente fiable sobre el estado de la batería. Respecto a las baterías de arranque convencionales, solo una corriente de arranque en frío potente es determinante para la plena funcionalidad de la batería.

    La mayoría de las baterías de arranque actuales no requieren mantenimiento. Estas baterías no suelen tener tapones de llenado, por lo que no es posible medir con un hidrómetro. Pero la carga también se puede medir con un voltímetro o un multímetro. Una batería de arranque completamente cargada tiene una tensión de 12,8 V. Si la tensión del circuito abierto baja de 12,4 V, hay que recargar la batería.

     

    Comprobación y evaluación de baterías start-stop

    La comprobación de una batería AGM o EFB es más larga, ya que lo que se exige a estas tecnologías es más complejo. Estas baterías están sometidas a procesos de arranque frecuentes y descargas parciales continuas. Este efecto se ve aumentado por los consumidores eléctricos, a los que la batería debe suministrar electricidad incluso con el motor detenido.

    Así, no solo importa el estado de carga (SOC, state of charge), sino también saber lo siguiente:

    • ¿Cuánto material activo le queda a la batería para almacenar energía?
    • ¿Cuánto tarda la batería en recargarse después de una descarga parcial?

    Estas dos preguntas no tienen una respuesta exacta para la mayoría de las baterías porque los comprobadores solo miden la corriente de arranque en frío. Con estos comprobadores, la capacidad residual (Ah) y la aceptación de carga solo se pueden determinar de forma indirecta e imprecisa.

    ¿Por qué son tan importantes la capacidad residual y la aceptación de carga para obtener un resultado fiable?

    Para una batería start-stop es muy importante una buena aceptación de la carga porque tiene que suministrar suficiente corriente durante un trayecto con múltiples paradas y arranques: los consumidores siguen funcionando durante la parada y también se tienen que garantizar los numerosos arranques. Por lo tanto, durante la conducción y el frenado (en el caso de un sistema start-stop con recuperación, que alimenta la energía regenerativa a la batería) la batería debe cargarse lo suficiente para poder llevar bien la siguiente parada.

    Asimismo, la capacidad residual ha de ser suficiente para alimentar los consumidores durante las paradas. La capacidad residual es la energía disponible para suministrar energía a los consumidores eléctricos en determinadas situaciones:

    • durante todas las etapas de parada, ya sea en semáforos, atascos o con el vehículo aparcado.
    • La finalidad es compensar una carga insuficiente por parte del generador o mantener una tensión estable durante la conducción.

    Recomendaciones para los talleres

    Interpretar los resultados de la comprobación de una batería start-stop es más difícil que con las baterías de arranque convencionales. Esto es especialmente así si se utilizan comprobadores con los que no se puede medir la conductividad o que no apliquen ningún algoritmo de prueba adecuado para tecnologías nuevas como la AGM o EFB.

    La indicación «Batería en buen estado» muestra evidentemente que la batería se encuentra en un buen estado de salud. No obstante, a menudo resulta obvio que la batería está llegando al final de su vida útil.

    Si el resultado de la comprobación no fuera un definitivo «Batería en buen estado», han de tenerse en cuenta otros factores para interpretar mejor el resultado. Por ejemplo:

    • Antigüedad de la batería (pérdida de rendimiento a consecuencia del paso de los años)
    • Kilometraje recorrido por el vehículo con la batería (deterioro de la batería en marcha)
    • Descarga profunda previa o largo periodo de inactividad sin carga de mantenimiento (daños de la batería)
    • Impresión subjetiva del conductor, como que hay menos momentos de parada y arranque que antes. En este caso, el sistema de gestión de la batería reduce la carga sobre esta para protegerla. Este es un indicio de que es hora de cambiar la batería.